Siempre nos han enamorado las novias veladas y Cristina acertó con un vestido de Fernando Claro, pura delicadeza, acompañado por una diadema de Le Touquet. En la Iglesia de Santa Cruz, César y Cristina se dieron el «sí quiero» y aún recuerdo las miradas de complicidad que se regalaban. César lució un chaqué fantástico de la firma Derby. Cártamo se encargó del ramo de la novia y las coronas de las damas. El maquillaje corrió por cuenta de nuestro querido amigo Manuel Cecilio. Los invitados pudieron disfrutar de la celebración en la Hacienda Los Molinos del Maestre, acompañados por Alfar2 que como siempre deleitó con su gran variedad gastronómica y su buen gusto. Todo esto de la buena mano conductora de Genoveva Leflet.